miércoles, 27 de junio de 2012

cliché

Agitado el sueño. No mira más allá de donde le marcan la punta de sus pies. Tantas noches viviendo en colores y de pronto el blanco y el negro.


Olvidó que, de repente, el mundo puede ser un lugar más en la lista de sitios pendientes de visitar.

¿Cuándo acaba  la realidad?

Lo cierto es que la utopía de vivir en desengaños no era buena consejera para aquel que miraba la vida sin saber cuándo y dónde pasa el próximo tren. Y aún así, me esforzaba por hacerle el bien más que el propio mal que me hacía a mi misma intentándolo.

Porque la cosa era intentar.

Por cualquier excusa o motivo que nos llevase de nuevo a los valles perdidos de nuestra inconsciencia.

Y él se fue lejos, para quizás olvidar la herida que ya había abierto, y curar con sal otras heridas en cuerpos bronceados al sol en el otro lado del charco.

Y ella quedó abrazada a un mundo que jamás había conocido sin él en los bolsillos, caminando entre espinos rotos y ya trotados anteriormente y con la sensación de que cualquier otro sueño hubiese valido más la pena que pelear sin sentido en una guerra perdida.


lunes, 25 de junio de 2012

¿Sabes esa sensación de querer estar en dos partes al mismo tiempo?

De añorar cada uno de los momentos que podrías vivir aún incluso sin haberlos vivido aún. De querer querer con ganas y que la distancia te ate al olvido quieras o no. De sentir, que por mucho que tenses la cuerda, no se mueve el mundo si no encuentra un buen punto de apoyo donde anclarse y seguir rodando.

Y todo lo demás es inútil.


Pues bien, así llevo sintiéndome unos días.

No es que no tenga ganas de dejar esto atrás y volver a mi vida rutinaria en España. Deseo con todas mis ganas ver a mi (ex) diente conoide, mi pinri, mi señora faraona, mister mino y algún que otro personaje más de la farándula Alcalareña. Deseo con todas mis fuerzas quedar una tarde a hacer nada, y ponerme gorda comiendo guarrerías en la mansión encantada. Enfadarme por cualquier gilipollez y que se me olvide al segundo con un abrazo y una paringa... y reir... reir hasta llorar.

Pero eso significa dejar atrás algo que siempre supe que olvidaría. Recular años luz y toparme con la realidad de mis últimas pesadillas. O sueños tontos, como quieras llamarlos.


Egoístamente, quisiera traer todo lo que me ata a españa a este trocito de sueño, que es mi vida en Inglaterra. Asignarles a cada uno una casa y vivir felices para siempre aquí con ellos y comer alguna que otra perdiz, que nunca está de más.

Pero claro... también me prometí a mi misma dejar de creer en utopías y comenzar a hacer de mi realidad mi mayor logro.




Ps: You can´t imagine how fucking much  I miss your eyes.




lunes, 18 de junio de 2012

100 years of lonelyness

Our time went by just as we always knew.

 But I can´t  deny, this feeling inside is bringing me down.

Now I just take open-eyed naps during the day and on the night, I  close my eyes to imagine you´re still here... never by my side, but at least, here... next to me.

It´s not healthy to follow the steps that the sand left in the wind, but that´s the only way of keeping the shadows away from me.

That makes me feel that you were not a dream, and that I have not just woken up from the sweetest nightmare ever.


Ps: I like your eyes.

miércoles, 6 de junio de 2012

Kidnapping you.

Un beso no era suficiente aquella noche.

Nos buscamos frenéticos, ambos sabiendo que tarde o temprano nuestros labios dejarían de ser nuestros y acabarían perteneciendo a la locura de querernos una vez más, y por última vez.

Yo había añorado tanto el contacto de sus manos en mis caderas, que el tenerlas de nuevo posadas ahí, me parecía el mejor de los pecados que cometer antes de ir al infierno, donde seguro ambos iríamos.Podía sentir cada uno de los latidos de su corazón a través de su ropa e intentaba pegarme más a su pecho, tan sólo por dejar grabado su perfume en mi camiseta. La misma que llevaba la primera vez que me enamoré de sus ojos.

Desde entonces lo había vuelto a hacer una y otra vez cada noche durante 5 meses, y aún seguían siendo igual de desconocidos para mi.

Y allí estábamos los dos. Presos de un ir y venir de ideas, y dando rienda suelta a nuestros besos, mientras yo rezaba en silencio para que por una vez en mi vida, el tiempo se parase ahí.

Pero no lo hizo.

Lo siguiente que recuerdo es el tacto de su piel bajo la yema de mis dedos.Mis cabellos enredados por doquier, como él solía decir,su mirada penetrante tratando de adivinar que se ocultaba tras mi inusual silencio, y yo, vacía de más palabras que aquellas que tantas veces había soñado decir y que ambos sabíamos que no debía.

Y que eran la razón por la que callaba.

Nos vestimos en silencio, rotos por lo que se nos avecinaba, una vida vacía de nosotros y todo un camino que recorrer como él, y yo mismos.


Duele esto del amor, si es que puede calificarse así.

Duele pensar que todo acabó ayer como empezó. Con el corazón frío ante una situación que ninguno de los dos encontrábamos extraña, y ganas de querernos a ratos, aun sabiendo que ya se nos había acabado la arena en este enorme reloj que es el mundo que nos ha tocado vivir.

Y todo ello, además, sin ponernos de acuerdo sobre en que idioma decir: Te voy a echar de menos.

ps: I like your eyes.