Siento que hay algo de locura en esta felicidad perenne.
Que se me escapa entre sonrisa todo eso que te he echado de menos. Y por darme cuenta, me doy hasta de todo lo que tu no me echas a mi. Y de lo poco o nada que solemos ser para el mundo, cuando el mundo para nosotros en general suele ser una persona.
Y lo cierto es que lo prefiero así.
Y aunque la necesidad de que sepas que aún sigo viva en mis ilusiones rotas me haga cada día sentirme más extraña en esto que llamé en su día utopía, empiezo a descubrir que no todos los echar de menos son relativos ni infinitos.
Que la longevidad del cariño, el amor o cualquier sentimiento que te haga aferrarte a los recuerdos buenos se riega a base de palabras, o en su defecto, interés. Y cuando alguno de estos faltan, no te queda más remedio que renombrar acepciones y conceptos, para darle un sentido menos subjetivo, que digo... más hijo de puta, a todo lo que en su día te hizo creer en peter pan.
Y ya ves. Aún así soy feliz.
Por lo menos me dejaste la soltura en este idioma de locos. Y las ganas locas de encontrar a alguien, a ser posible, totalmente diferente a ti.
Fin de la trasmisión.
Buena reflexión. Daría a "Me gusta" si existiera en el blog esa opcion xD
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