miércoles, 31 de julio de 2013

Sundays.

He used to keep sundays for me. When the hangover didn't let his stupid mind think clearly, all he wanted in his brain  was me.

I used to be so  happy just knowing that Sundays were for me. I remember how I wait for them, trying to make the most of those hours, minutes or even seconds he decided to give me as a present.

I know what you are thinking.

"That person who only shares a day with you, does not deserve nor a minute of your time" But I was happy. It was my day. Our day.

The day when there were no distance, or no other people around, just me, and him. And all those silly thoughts we used to share.

Now Sundays are just another day of the week. Because times changed quickly and the minutes we built together turned into missed time.

I think speaking to a person who knew you even better than yourself as if he was now a stranger  is one of the hardest thing I have done in my whole life.

But sundays are just the end of a week, and you know what does  it mean?

The beginning of a new one.

sábado, 27 de julio de 2013

Ernesto Pérez Vallejo.

Hoy puedo dormirme tranquila.

Entre otras muchas cosas porque ya sé para qué sirve el botón de "Voy a tener suerte" en la búsqueda con Google. Se ve que le dí hace dos días, así como quién no quiere la cosa. Pensando- mejor dicho vaticinando- que iba a servir de nada y de repente, va, y me deja por mentirosa.

Hacía ya cosa de un siglo que buscaba algo que al leerlo me hiciese preguntarme si lo habría escrito yo borracha, dormida o en cualquier otro estado de idealización consentida. Y hoy, como  quién no quiere la cosa, encuentro palabras de un cierto hombrecillo que al parecer parece conocer a 824 personas tan bien como me conoce a mi. O al menos eso dice el índice de seguidores.

Qué ilusa... y yo que quería sentirme especial.

El caso es que si supiese esbozar mis palabras casi la mitad de bien como este hombre en cuestión une por sinalefas sus pensamientos, estoy segura que me pasaría el día escribiendo, por eso de volverme multorgásmica.

Porque sinceramente, no encuentro otra palabra mejor que "orgasmo" para definir a muchos de los poemas que me ha dado por curiosear esta mañana.

Pues eso, que clickéis en voy a tener suerte. Yo ya le he vuelto a dar, porque, si el resto de mis dudas y problemas se disuelven con la facilidad con la que he encontrado a este mago de las letras, merece la pena el molesto sonidito del ratón al menos las 24 horas del día.


lunes, 22 de julio de 2013

Preludio de un mal presentimiento.

Si es que me lo tengo dicho.

Y lo peor esque siempre acierto. Total... ¿Qué más podría irme ya mal?

Pues muchas cosas doña "loscambiossonposibles". Porque, desafortunadamente, y válgame la redundancia, poco o nada cambia cuando al destino- sí, se ve que vengo creyendo en el destino desde  hace un par de meses- le da por ponerse en tu contra.

Y joder...yo debo de haberla liado mucho en vidas pasadas, porque poco o nada me sale a derechas últimamente-Usemos "últimamente" como eufemismo de "nunca".

El Karma está acumulando conmigo una deuda bastante grande, porque yo no recuerdo haber roto ningún espejo. Bueno.Espera ¿Arañarlo también cuenta...?

Sea como fuere, no sé qué más tendría que rehacer para que simplemente, se fuese esta incertidumbre. Necesito dejar de despertarme pensando en una bandeja de entrada y mi movil se está empezando a convertir en la prolongación de mi mano. Y esto último no es coña. Hasta parece que vaticino cuando va a vibrar. Y lo peor esque ese sonidillo infernal que al principio me parecía mono, me saca de las casillas últimamente, y aumenta hasta casi el triple mis ganas de morder a según quienes y según cuando.

Si yo no pido tanto.

Una llamada, una alegría.

Un algo que me haga sentir que no estoy en realidad tan perdida. Que tan sólo di un rodeo innecesariamente necesario y que, gracias a Dios, Alá, Budha, Steve Jobs, o cualquier deidad que quiera oírme, aún tengo mi futuro más o menos planificado.

Y no pido nada más.

.

sábado, 13 de julio de 2013

Renacer

Acaba el mes, la estación y el año.

Por acabar hasta me hace falta que acabe la inmesidad de mi pensamiento.Joder, que borrachera de palabras.

He probado a cerrar los ojos mientras escucho la voz ronca de la música, y tan sólo me ha servido para quererme un poco más a medias, y menos por entera. Vamos, lo de siempre.

 Los acordes de la guitarra apenas hacen mella ya en la sinfonía que tengo compuesta, y puedo pecar de presuntuosa al imaginar como mis dedos viajan de una cuerda a otra, borrando una a una las notas que acabo de tocar, para irremediablemente acabar tararareandola una y otra vez de nuevo. Cómo si eso fuese a hacer que que sonase mejor. Aunque tanto tú, que te has parado a leerme, como yo, sabemos que todo suena mejor en la mente ingenua y se difumina al tocar oídos ajenos.

 Por otro lado..

Es curioso.

Casi me había acostumbrado a la melodía, y espero que tú también.

Pero el estruendo de mis imágenes mentales,desafortunadamente, no es mudo. Y el ensimismamiento tan sólo dura lo que tardo en comprender que mi guitarra sigue teniendo rota la 3era cuerda.

Qué irónico.

El empezar siempre despierta en mi esa sensación efímera de falsa seguridad. Después acabo por caer en repeticiones y ganas de dejarlo todo estancado. Para volver al punto en el que, irremediablemente...

Vuelve a llegar el verano, la misma estación, y el año tan sólo ha pasado en las manecillas de mi reloj de pulsera.

Porque, déjame que te diga, yo soy así.



Pd: Suena: si te vas- extremoduro.