martes, 2 de abril de 2013

The final countdown.

                       

                                                       8-7

No hay remedio. No hay consuelo en tus palabras, ni silencios que marquen de sol este nublado perenne.

Es curioso que hayas elegido justo esta semana. Porque podrías simplemente haber desaparecido antes o haberme regalado la más feliz de las esperas.

No sé si divago o estoy al borde de la locura.

De esta esperpéntica soledad a medias en la que me tiene sumida tu llegada. De las inseguridades que me causa a medida que avanza la fecha y disminuye la cuenta atrás.

En lo poco y mucho que añoro el tiempo en el que no contaba el minutero.

Y quizás y todo, sea mejor así.

Tanto esperar que florezca abril para cubrirlo al final de nubes de olvido y distancia.

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