jueves, 31 de diciembre de 2009

Cerré los ojos.

Y me dejé llevar.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Hielo.

No sentí sus pisadas sobre el parquet rechinoso. Supongo que fué porque estaba en aquel limbo al que llaman duermevela. No habría notado su rasgada voz si no me recordase tanto a aquel whiski que habíamos dejado a medias, sobre la rudimentaria mesa que se convertiría en carbón tan pronto como mi duermevela se hubiese convertido en sueño.

Y aún así, no entendí nada de lo que decía, y eso era exactamente lo que me gustaba de él.

Me dejó sobre los labios el amargo sabor a olvido camuflado en un beso, y simplemente se marchó, sacándome de mi mente casi a hurtadillas, como un vulgar ladrón de recuerdos. Pero no me dolió sentir el aire que escapó del resguardo del exterior cuando él salió de mi pequeño todo.Apenas emití un suspiro al encontrarme medio desnuda el alma y vestido el sentimiento, porque ya sabía que el volvería para envolverme el alma y desvestirme cuando menos lo esperase.

Y aún así, no acababa de entender porque se fue... y eso era exactamente lo que me gustaba de él.

Solía ser tan frío que mi tibieza a su lado parecía llamas de una hoguera. Tan sarcástico e hiriente que podía llegar a hacerme daño con una sola de sus miradas de hielo, y sin embargo, también podía ser ese rayo de luz entre los nubarrones y esas gotas de lluvia que derriten la nieve.

Era todo lo que siempre había odiado de manera deliverada y a la vez todo lo que había deseado en secreto.

No era extraño que me enamorase de él. De echo,no me hubiera perdonado el no hacerlo.

Me aventuré a mirar entre mis pestañas la sombra que se aventuró hacia el jeep rojo que me había guiado hasta aquella cabaña.Ví como se metía en él y lo hacía enfurecer hasta alejarlo de el edificio y perderse en la blancura de la nieve de afuera.

Yo me incorporé, arropandome con la manta que aún olía a él, dejándome caer en silencio en la amargura de saber que se había ido, donde sin duda esperaba encontrar la alegría de su regreso.

¿Dónde lo encontraría la próxima vez?

Abrí los ojos repentinamente, alterada, y los posé sobre la mesa de madera, donde me tranquilizó un pequeño mapa de Italia, con tres circulos marcados en rojo.

Italia. Allí lo vería de nuevo, y los lugares marcados en rojo eran en los que no estaría, como solía hacer siempre tras uno de nuestros encuentros.

Y aún así, no acababa de entender ese extraño juego al que jugabamos... Y eso era, exactamente, lo que me gustaba de él.


Podía tenerlo todo, o nada. Yo era la que decidía.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Conozco un lugar...


Donde la razón no es más que la cancioncilla a la que bailan los latidos de los corazones. Las miradas se regalan como el mayor de los tesoros y la riqueza se mide por las sonrisas que esbozamos al día.Donde no es posible distinguir el final de los sueños y el comienzo de la realidad; donde las utopías están prohibidas si no son posibles de realizar. En él, el el orden se mide por el desorden de las ideas, y el sustento, el modo de vida no es más que el propio pensamiento.


¿comenzamos?


Me resulta incomprensible entenderme. Difícil explicarme, y mucho más difícil aún expresarme con claridad, y sin embargo, muevo los dedos creando la melodía sorda de ellos con las teclas,divagando entre la fina línea que separa ese lugar de mi propia realidad.


Hace bastante que conozco ese lugar, y como lo descubrí, aún hoy lo ignoro; El caso es que me aventuré un día a mirar en mi mente, como se suele mirar a un extraño con prejuicios quizás demasiado negativos, sin saber exactamente que buscaba por allí.Como quien pasea por el mundo sin fijarse en el amanecer y el anochecer, pero sabiendo que están ahí.

Mi mente. Una absoluta desconocida familiar , en la que tantas veces desde que la descubrí, me he perdido buscando la nada entre tanto todo. Y allí en ese desorden, encontré este lugar.

Era pequeño, austero y sorprendentemente no me sorprendí de encontrarlo allí, simplemente me resigné a visitarlo día tras día, construyendo mi propio espacio, y rellenandolo de esbozos de mí.

No solo yo fui acercandome a ese lugar, sino que él se apoderó poco a poco de mí regalandome minutos de reflexión, escritos sin sentido, momentos de divagaciones y calcando a través de la ventana de mis ojos su propio reflejo en mis pupilas, basandose en las miradas ajenas para conocerme un poco más.


Hoy comienzo a entender que simplemente me encontré a mi misma en aquel extraño sendero que me llevó a ese lugar...

Y aún sigo perdiendome en mí, en él.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Ciao

Se acabó.

Terminó el esperar un fin. Terminó el creer que podías ser más que lo que ya eras.Terminó el soñar con comenzar, terminó el creer, el imaginar, el quizás y el puede.

Se acabó.

Y con ello, terminó mi risa sin sentido,mis latidos, mi suspiros, mi mirada perdida, el tener en la cabeza siempre una imagen, y en los labios una palabra.

Se acabó todo, a pesar de no haber nada.



Ahora enviaré los momentos en una botella a la deriva, con la única ilusión de que el mar se apiade de mí, y no me devuelva el corazón.


"[...]Será como si nunca hubiese existido[...]


¿Por qué tengo la sensación de que ya he vivido esto antes?



















...Don't tell me 'cause it hurts.