sábado, 13 de julio de 2013

Renacer

Acaba el mes, la estación y el año.

Por acabar hasta me hace falta que acabe la inmesidad de mi pensamiento.Joder, que borrachera de palabras.

He probado a cerrar los ojos mientras escucho la voz ronca de la música, y tan sólo me ha servido para quererme un poco más a medias, y menos por entera. Vamos, lo de siempre.

 Los acordes de la guitarra apenas hacen mella ya en la sinfonía que tengo compuesta, y puedo pecar de presuntuosa al imaginar como mis dedos viajan de una cuerda a otra, borrando una a una las notas que acabo de tocar, para irremediablemente acabar tararareandola una y otra vez de nuevo. Cómo si eso fuese a hacer que que sonase mejor. Aunque tanto tú, que te has parado a leerme, como yo, sabemos que todo suena mejor en la mente ingenua y se difumina al tocar oídos ajenos.

 Por otro lado..

Es curioso.

Casi me había acostumbrado a la melodía, y espero que tú también.

Pero el estruendo de mis imágenes mentales,desafortunadamente, no es mudo. Y el ensimismamiento tan sólo dura lo que tardo en comprender que mi guitarra sigue teniendo rota la 3era cuerda.

Qué irónico.

El empezar siempre despierta en mi esa sensación efímera de falsa seguridad. Después acabo por caer en repeticiones y ganas de dejarlo todo estancado. Para volver al punto en el que, irremediablemente...

Vuelve a llegar el verano, la misma estación, y el año tan sólo ha pasado en las manecillas de mi reloj de pulsera.

Porque, déjame que te diga, yo soy así.



Pd: Suena: si te vas- extremoduro.

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