miércoles, 29 de junio de 2011

Amistad.

¿Cuánto tiempo hace?

Corría aún el sueño por mis ojos y los oídos se me llenaban de cuando en cuando de cosas bonitas. Solía escribir pensando que al menos él me leía.

No creo que eso pase ahora.

Hace tanto que esta nube se poso sobre nuestras cabezas que yo apenas sé distinguir el sol en él, como solía hacerlo antes. Pero eso no parece importarle demasiado.

Y si no le importa a él, menos aún me debe importar a mi.


Una vez nos dijimos a escondidas que dejaríamos de hablarnos con los ojos. Dejaríamos de inventar historias que al final acabasen en risas. Dejaríamos de comprendernos tanto y tan poco el uno al otro.

Y no andábamos muy desencaminados.

Me jode enormemente verlo pasar cómo quién ve a lo lejos un barco fantasma. Sorprenderme por lo irreal que puede ser de cuando en cuando si le da por ir al son que manda la marea cuando ambos, y digo ambos porque tanto él como yo lo sabemos, lo único que queremos es navegar a la deriva y alcanzar puerto tan sólo cuando toque, para echar unas risas y volver a la mar.


Me sorprende su actitud casi tanto como a él le pudo sorprender la mía.


En fin.Supongo que hay rencores que duran mil años.


Sólo espero que se nos pasen rápido, porque al menos yo, lo echo de menos.

domingo, 19 de junio de 2011

Tardes tontas de domingo.

Estoy harta de estas 4 paredes blancas a mi alrededor.

La tranquilidad de las respiraciones de los que me rodean acabará por volverme loca. Estúpida. Arisca. Vacía. Inútil.

Y quisiera gritarles a todos y cada uno de ellos al oído, mientras veo como sus pensamientos se esparcen rellenando los huecos que quedan por ocupar aquí. Abrir una de estas ventanas que me comunican con la realidad de los demás y que entre aire que no sea prefabricado en mi vida.

Y aún así ellos ni se inmutarían.

Me persiguen mil fantasmas del pasado.Ni uno más ni uno menos.

Trazo corazones en mis apuntes que nunca llegaré a romper e intento componer el mio. Pero aún dudo si tengo o no.

De hecho solo el continuo golpeteo ritmico en mi pecho me hace sentir que sigo viva.

Voy a volverme sorda como siga este silencio.

Seguiré respirando hasta que olvide cual era el segundo paso.

Al fin y al cabo, es lo que mejor se hacer en esta vida.

sábado, 18 de junio de 2011

Mal día.

Son tantas cosas que no puedo decir y las que tengo que callar duelen más incluso.

Me escuecen los ojos y si parpadeo no me haré responsable de las consecuencias que tengan en ellos.

Hoy soy todo y nada. Soy inútil salvo para cuando me siento utilizada.

Hoy me juego todo sin que se haya apostado nada.

Hoy me haces falta aquí.

Junto a mi.

sábado, 11 de junio de 2011

Miss you Part I

Lejos de aquí, a casi dos mil pensamientos de mi mente. Tan lejos pero más cerca. Tan cerca que aún no puedo verte.

Ahora ya nos prestamos momentos de cuando en cuando. Fingimos olvidarnos para no caer en la rutina de recordarnos cada día un poco más.

A mi se me duerme el alma si no estás tú para despertarla y a ti, adivino, se te vuela la mente hasta aquí cuando te da por pensar todo lo que ha cambiado.

Ya no duermo sin protección como solía hacerlo cuando rondabas por mi ventana. Me sentía segura pensandote bajo mis sábanas. Ahora me aferro al colchón, o a cualquier otra palabra que pueda adivinar de las que ya has dicho que me haga vestir de verde para sentirme algo más como tú. Y un poco menos como yo misma.


Me paso la vida pensando que decirte y justo cuando te tengo no me salen las palabras.

Me quedo en silencio. ¡Yo, que hubiese podido escribir cien libros en verso y prosa cada vez que me preguntabas ¿Qué tal estás?!


Se me acumula en la mente lo que querría que supieses y se me hace un nudo atado con vergüenza, soledad,cariño, añoranza y amor a partes iguales y se me queda estancado en el pecho. Esa presión suele durar más de tres mil años, el tiempo suficiente para que tu digas me tengo que ir, y que yo me de cuenta de que apenas han pasado 10 minutos. Y entonces, se expande en forma de suspiro.


En fin.

Me gustaría que te llegasen por miradas mis pensamientos. Que cada cara nueva te recordase a mis ojos. Que cada vez que mirases tus ojos recordases que me debes uno de ellos. Y que antes de dormir, tan sólo cinco minutos antes, me dedicases una sonrisa, como si yo pudiese verte.

Y ambos nos durmiesemos con un beso de buenas noches.

lunes, 6 de junio de 2011

Say goodbye and just fly away.

Todo se ha convertido en un ir y venir de ideas desde que te fuiste. Acabo el día y empiezo la noche como quién pasa las páginas de su diario, intentando adivinar que me depara la mañana siguiente y temiendo la soledad que vendrá luego.

Es curioso. Hasta ahora no me había parado a pensar la oscuridad que puede llegar a inundar mi habitación cuando simplemente no dejo una luz encendida para que puedas verme. El miedo se apodera de mi e intento aferrarme a frases que ya has dicho para sentir que aún sigues aquí.

Sólo hace horas que no te tengo a dos palmos de mis dedos y ya siento que me falta algo debajo de mis manos. Y eso que siempre hemos estado más separados que unidos.

Me cuesta pensar sin poner tu nombre en las frases. Se me dibuja una sonrisa idiota si me da por ponerme la última canción que me dedicaste. Que te dediqué. Que nos dedicamos . Y me da la impresión de que tendré el run-run de la melodía en mi cabeza por mucho tiempo, más que nada porque se que cuando de nuevo encuentre el silencio, algo no irá bien.

Ambos sabíamos que teníamos que lidiar con la locura de los momentos que compartimos.Pero yo no pensé que acabaría enamorada de nuestra locura. Y eso que sabes que nunca he querido un amor civilizado.

Ahora me basta con saber que a cientos de kilómetros de aquí, yo veré lo que tu veas y tú me verás siempre que te apetezca cerrar los ojos.



Where you are seems to be as far as an eternity...




Por Dios... ¿Cómo se puede ser tan cursi?