Turismo vital.

...y yo que pensaba que era fácil esto de andar por la vida, como quien la mira de lejos, tan sólo pasando de turista.

Y ví palabras no dichas, sentimientos aún no demostrados, sonrisas ocultas entre bambolinas, y algún que otro sollozo ahogado de aquellos que a los que reir miran.Vi alegría, sopresa, enfermedad, salud e hipocresía, ví a los hombres llorar como niños, y a algunos niños actuar como hombres. Escuché hablar al corazón, y oír a las miradas, sentí el frío de los inviernos, bajo una manta resguardada.

Aprendí a demostrar con hechos, a amar sin ser correspondida, a olvidar a pesar de los recuerdos y a soñar sin estar dormida.

Curiosa esta vida... ¡caprichosa la jodida...! que aunque quise ser sólo un turista, me encandiló de tal manera, que eché raíces, como un pino centenario, y paseo por ella,tratando ahora,de vivirla.





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No es tan real como parece... tan solo... interpreto mi papel, tu sonries, yo sonrio, y comenzamos otra vez.
Como si no nos supieramos de memoria nuestro diálogo, como si tuviesemeos que repetir el acto, mientras los demás nos ven... Yo miro, tu miras, y comenzamos otra vez.

Unas palabras, sin apenas relevancia sin querer ciertamente conocer la respuesta, quizás más por educación que por nada... tu preguntas, yo respondo, y comenzamos otra vez.

¿Dónde queda la improvisación? ¿No es eso lo que diferencia a un buen actor de otro? Quizás esa improvisación quedó donde dejamos el escucharnos los unos a los otros y el repetir los actos función tras función, persona tras persona, no hace más que retrasar el cierre del telón y de vivir la realidad.

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Rayadas entre ecuaciones de Michaelis Menten y Falanges de la mano....


Bueno, mi segunda entrada...