sábado, 18 de diciembre de 2010

My clinical romance Vol I

El caso es llenarme la cabeza.

Con pajaritos, con nudos de colores, con globos o con paja, lo mismo da que da lo mismo.

A veces pienso que soy tan fácil de engañar que podría seguir creyendo en los reyes magos durante toda mi vida, si los que pretenden hacermelo creer se lo montan bien. Otras que simplemente soy gilipollas, como ahora.

Ya no sé si sales o entras de mi cabeza, y eso que pensé que te había cerrado la puerta, pero parece ser que has forzado el candado, como sueles hacer con las situaciones que normalmente compartimos.

Y si sólo fueras tú...


Yo lo que quiero son vacaciones, y no sólo de estudios. Vacaciones de vida.

De esas en las que alquilas una habitación con maromo incluido, vistas a la felicidad del resto de tu vida y teléfono directo con la recepción, que por supuesto se ofrece a resolver todos los problemas que se te vayan presentando.


Y sin embargo me tengo que conformar con este piso compartido con extraños que de cuando en cuando creen conocerte, con otros que preferirias que no fueran sólo extraños y con aquellos que aún conociendote mejor que nadie, aún siguen preguntándose que vas a hacer.


Y pensar que todo es tan fácil si se ve desde el ángulo opuesto...

Ya, ya sé que suelo ahogarme en un vaso de agua, y que hago que con una gota de él suba la marea. Y esque por mucho que lo rellene siempre veré el vaso medio vacío. Así soy yo.

La cuestión es que quizás debería dejar de beber de él y probar a rellenarlo entonces.


En fin...


El ser humano es extraordinario.

1 comentario:

  1. Deja de beber del tedio, de la monotonía y de un sabor que pese a ser dulce, te deja después un sabor amargo.
    Quizás vaya siendo hora de replanterte volver a beber simplemente agua, o el líquido suficiente para seguir viviendo un poquito mas.

    ResponderEliminar