lunes, 6 de diciembre de 2010

Tombé du ciel.






Se ha encapotado mi cielo.









Siempre tendré un paragüas para evitar mojarme con la lluvia. Podré mantenerme a salvo de las gotas mientras me tape la cabeza con el respaldo de la tela, que poco a poco se irá calando y dejándome entre ver lo maravilloso que es el cielo lleno de nubes, irremediablemente aunque agarre mi toldo privado con ambas manos.


Y sé que me darán envidia aquellos que se mojan a mi alrededor mientras yo me mantengo más o menos seca.


Si por el contrario cierro mi paragüas y me dejo calar entera, la sensación de fundirme con la naturaleza hará que mi corazón lata rápido, taquicárdico a decir verdad, se me pondrá una sonrisa perenne en los labios y me deje llevar por mis instintos mientras salto en los charcos. Como la niña pequeña que suelo ser.Me dejaré llevar por el viento que mueva de un lado a otro las gotas que caerán ligeras y ajenas, quizás, a mi felicidad.Ese viento que mueve mis cabellos y que me acaricia de cuando en cuando haciendome sentir en calma.




El problema es quizás la frialdad que viene cuando para de llover. La sensación de frío en mi pecho al sentir la ropa mojada pegada a mi cuerpo y que sé de buena fe, que no se secará con los rayos de sol que me llegan a través de este cristal, que suele acercarme a la realidad y al sueño, pero que están ahí, para intentar sacarme de la penumbra.


El caso es que...tengo en mi mano un paragüas pero no estoy segura si quiero o no protegerme de tu lluvia.

















Irremediable es todo aquello que me cuesta no decir o no hacer. Irremediable es que me pegue como una lapa a todo aquello que dices y que me hace pensar.






Irremediable es...






Eres.






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