Uno de esos días donde el cielo se me escapa de los dedos y me deja la oscuridad entre las pestañas. Uno de esos días en los que los esfuerzos no valen la pena y te sientes como el último grano de arena que acaba por desequilibrar la balanza.
Uno de esos, en los que el sol se hace el perezoso y se oculta tras tu pelo, envolviendo en prenumbra tu alrededor, sin iluminar tu camino.Las nubes se tornan negras y amenazan con ser ellas las que viertan tus lágrimas y algún rugido de frustración.
Uno en los que salir corriendo a tierra de nadie parece la mejor solución a tus problemas y donde mil ideas, a cual más loca e irracional se pasean tranquilas por tu cabeza, sin que encuentres ningún motivo para desecharlas.
A veces me gustaría llevar a cabo alguna de ellas. Tan sólo por sentir que la sensación de desasosiego se marcha por un instante y que en su lugar se instaura la paz. Un paz que dura lo que dura el olvido, la desgracia, la decepción,la soledad,lo imposible,el esfuerzo,la entereza, la fuerza de voluntad y el llanto que lo acompaña.
Una paz que no es más que una guerra salpicada de banderas blancas, que derrotas una tras otra sin sentido y caídas una y otra vez sobre trincheras enemigas pidiendo piedad.
Llena, decepcionada,asqueada, cansada, somnolienta,quejica, llorona,sensible, idiota y aunque cueste creerlo, silenciosa.
Para no destrozar con palabras las frases de mi alma
gran disco de miles davis el título, por cierto.
ResponderEliminarmariu